En CGN sabemos la importancia de los Ecosistemas Manglar, por eso contribuimos a su protección a través de la Reserva Natural Privada SETAL, de la cual cerca del 80% se encuentra dentro del corredor biológico Refugio de Vida Silvestre Bocas del Polochic, el cual es un Humedal RAMSAR.

La UNESCO proclamó que cada 26 de julio se conmemore el Día Internacional de la defensa del Ecosistema Manglar y siendo Guatemala un país megadiverso, contiene una gran riqueza biológica de la que gran parte la constituye el ecosistema manglar, los cuales se ubican en importantes áreas protegidas, como SETAL.

Los Manglares son un tipo específico de Humedal que se encuentra en áreas costeras tropicales y subtropicales, compuesto principalmente por árboles adaptados a condiciones de suelo salino, mientras que el término “Humedal” es más amplio y engloba cualquier área de tierra saturada de agua, ya sea en zonas costeras o del interior, con una diversidad de vegetación y funciones ecológicas.

Convenio RAMSAR

Los humedales RAMSAR son áreas naturales de gran importancia que han sido designadas y protegidas internacionalmente por el Convenio sobre los Humedales, conocido como el “Convenio RAMSAR”. La designación de un humedal como sitio RAMSAR implica un compromiso oficial de los países miembros del Convenio a conservar y proteger estos lugares cruciales. Los países signatarios se comprometen a desarrollar y aplicar políticas de conservación, así como a promover el uso sostenible de los recursos naturales presentes en estos hábitats.

Por esa razón y para manejar la Reserva de manera sostenible, implementamos el Plan Maestro, aprobado por el CONAP, también zonificamos el área, lo que hace posible ordenar las actividades actuales y potenciales y evitar el deterioro de la diversidad biológica.

Los Humedales constituyen una solución natural al cambio climático, junto a las turberas, los manglares y las praderas marinas son los escurrideros de carbono más eficaces de la Tierra, encargándose de capturar y almacenar el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos. Sin embargo, cuando se drenan y destruyen, los humedales emiten grandes cantidades de carbono.

Estos ecosistemas también nos protegen de catástrofes naturales ya que ante la subida del nivel del mar, los humedales costeros reducen el impacto de los huracanes y los tsunamis, fijan la línea de costa y resisten la erosión.

Tesoros naturales que preservan la vida

Sin embargo, a pesar de su importancia, los humedales enfrentan múltiples amenazas, como la contaminación, la urbanización descontrolada, la agricultura intensiva y el cambio climático. Estos factores ponen en riesgo la supervivencia de muchas especies y la capacidad de los humedales para seguir brindando servicios ecosistémicos vitales.

A pesar de que sólo cubren alrededor de 6% de la superficie terrestre, son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales y son vitales para los seres humanos, pues su diversidad biológica es crucial para la salud humana, el suministro de alimentos, el transporte y las actividades económicas que generan empleo, como la pesca y el turismo.

En el caso de SETAL, esta área es refugio y parte del hábitat del Mono Aullador y Cocodrilo Americano, especies en peligro de extinción en Guatemala. Además, hay 462 especies botánicas, 110 de orquídeas, 35 de bromelias; unas 37 especies de mamíferos, más de 200 de aves entre migratorias y playeras, 20 de anfibios y 20 de abejas del género Euglossini, lo que hace que el área sea importante para la conservación de los procesos biológicos de la región.

Es por ello que en CGN protegemos el humedal RAMSAR que forma parte de SETAL, pues es un auténtico tesoro natural que merece nuestro respeto y protección, pues al hacerlo estamos asegurando la preservación de la vida silvestre, la calidad del agua y el equilibrio ambiental en nuestro planeta.